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Se espera que el uso de tarjetas de débito y crédito con tecnología criptográfica supere los 400 mil millones de dólares en los próximos diez años. Las investigaciones sugieren que la adopción ha alcanzado una velocidad vertiginosa. El mercado ya tiene un valor de 25 000 millones de dólares y está evolucionando a un ritmo vertiginoso: CAGR del 32% hasta 2033. Esto refleja una serie de circunstancias, desde el aumento de la solidez del propio mercado de criptomonedas a la fusión de la flexibilidad de los activos digitales con los métodos de pago convencionales.
En resumen, las tarjetas criptográficas ahora tienen capacidades que antes no poseían. Las tarjetas se han vuelto excepcionalmente versátiles. Algunas incluso son compatibles con EMV, lo que significa que pueden ser aceptadas por los comercios participantes de cualquier parte del mundo y, al mismo tiempo, proporcionan liquidez a todo tipo de activos (digitales y tokenizados) sin necesidad de una relación previa con ninguna institución financiera. Este tipo de características conduciría inevitablemente a un cambio en el comportamiento de los clientes.
Estos cambios están ganando terreno, especialmente entre los grupos demográficos más jóvenes, que valoran la inmediatez y la fluidez que ofrecen estas soluciones digitales. Echemos un vistazo a los movimientos más amplios que están impulsando este crecimiento.
Tendencias mundiales en el uso de tarjetas de pago
La primera estadística que aparece de inmediato: vamos a dejar de usar efectivo. No son solo las tarjetas criptográficas las que están causando sensación, también son las tarjetas virtuales. Los pagos en efectivo ahora representan menos del 20% de los pagos en EE. UU., y cada año esa cifra disminuye.
La integración de las tarjetas criptográficas en el mercado global muestra un cambio hacia la aceptación de la moneda digital. Solo según los números de VISA, Se gastaron 2.500 millones de dólares en el uso de estas tarjetas a nivel mundial solo en el primer trimestre de 2022. Esto representa más del 70% de todo el año anterior.
Las tarjetas virtuales, criptográficas o de otro tipo, también están creciendo a un ritmo muy rápido. En 2023, el volumen de transacciones com tarjetas virtuales ascendió a 36 000 millones de dólares. Se espera que este número crezca casi un 400% en los próximos cinco años.
De hecho, Se espera que el mercado global de Web3 alcance los 81.500 millones de dólares en 2030, un crecimiento del mercado con una tasa compuesta anual del 43,7% según Emergen Research. Las tendencias regionales de criptopagos nos ayudan a entender por qué y cómo los pagos con tarjeta pueden ser el terreno más fértil para crecer.
• Europa está aprovechando un marco regulatorio sólido para respaldar las innovaciones criptográficas, creando aproximadamente 18% de todas las transacciones criptográficas. Europa del Este, en particular, lidera todas las regiones del mundo en términos de crecimiento.
• Norteamérica sigue liderando, con más de un billón de dólares transactados entre junio de 2022 y junio de 2023, impulsados tanto por la demanda de los consumidores como por el creciente número de empresas que aceptan transacciones criptográficas.
• Mercados emergentes en América Latina y África, aunque aún están en desarrollo, están adoptando rápidamente soluciones criptográficas debido a la menor barrera de entrada en comparación con los sistemas bancarios tradicionales. Hay grandes poblaciones no bancarizadas, un caso de uso ideal para tarjetas impulsadas por blockchain, y la análisis del panorama regional en LATAM es una de las más prometedoras.
Cómo gastamos con criptomonedas y tarjetas virtuales
La versatilidad de las tarjetas criptográficas y virtuales ha catalizado un cambio en los comportamientos de gasto de los consumidores, difuminando cada vez más las líneas entre los activos digitales y los gastos fiduciarios tradicionales.
• Tasas de abandono bajas: Una tendencia notable en el uso de tarjetas criptográficas es la baja tasa de abandono. Una vez que las personas comienzan a usarlas, no paran. En contraste, las tasas de abandono de las tarjetas no criptográficas son hasta un diez veces más altas en algunos períodos.
• La atención médica y las finanzas lideran el camino: El uso de tarjetas virtuales ha crecido junto con las criptomonedas. Los estudios indican que algunos de los gastos más importantes que realizamos están impulsando su crecimiento. Se espera que varios millones de empresas de salud y finanzas los utilicen para 2030.
• A las empresas les encantan las tarjetas virtuales: Si bien se espera que el uso por parte de los consumidores crezca a un ritmo muy saludable, el uso empresarial sigue ascendiendo a casi el 70% de todas las transacciones realizadas con tarjetas virtuales.
• Perspectivas demográficas: La adopción abarca varios grupos demográficos, pero los consumidores más jóvenes, particularmente los millennials y la generación Z, son los usuarios más ávidos, probablemente debido a su familiaridad con la tecnología digital y su apertura a nuevas herramientas financieras.
Estos comportamientos están respaldados por el doble beneficio de estas tarjetas: la seguridad y la privacidad de las transacciones con criptomonedas, junto con la comodidad y la familiaridad del uso tradicional de las tarjetas, incluso en el ámbito digital. Con tecnologías como la tarjeta NAKA, los usuarios pueden incluso ahora tokenizar sus activos ilíquidos, acceder a liquidez instantánea sin tener que vender y exponerse a la inflación. Esta combinación está demostrando ser fundamental para impulsar la integración de las criptomonedas en el comercio convencional.
Integración de pagos con tarjeta criptográficos y tradicionales
A medida que evolucionan los paisajes financieros, la integración de las criptomonedas con los pagos con tarjeta tradicionales no es solo una innovación, sino que se está convirtiendo en una necesidad. Esta fusión responde a la creciente demanda de los consumidores de soluciones de pago versátiles que se adapten tanto a las monedas digitales como a las convencionales en un solo sistema.
En la práctica, esta integración implica una tecnología sofisticada que permite procesar las transacciones en monedas criptográficas o fiduciarias sin la intervención manual del usuario. Para los consumidores, esto significa tener la flexibilidad de elegir su moneda en el punto de venta en función de sus preferencias o ventajas financieras, ya se trate de criptomonedas por su posible rentabilidad de inversión o de monedas fiduciarias por su estabilidad. Los comerciantes también se benefician considerablemente de este acuerdo. La posibilidad de aceptar ambas formas de pago sin necesidad de sistemas de procesamiento independientes simplifica las operaciones y amplía su base de clientes. Esto es particularmente ventajoso en las zonas con gran cantidad de turistas o en las regiones con importantes negocios internacionales, donde la variedad de divisas a menudo puede ser un obstáculo para las ventas.
Desde una perspectiva regulatoria, este modelo híbrido presenta desafíos únicos, pero también oportunidades para establecer marcos más claros y completos que puedan abordar mejor los matices de las transacciones financieras modernas. A medida que las regulaciones evolucionan para ponerse al día con los avances tecnológicos, crece el potencial de adopción generalizada de estos sistemas de pago integrados, lo que promete un mercado global más inclusivo y eficiente.
Esta integración continua marca un cambio significativo en la forma en que se llevan a cabo las transacciones, ya que refleja las tendencias económicas más amplias hacia la globalización y la digitalización, y subraya el papel fundamental de la adaptabilidad en el futuro del comercio.
A pesar de los desafíos, el futuro de las tarjetas criptográficas y virtuales parece estar claramente entrelazado.
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