La cuestión de la inclusión financiera, o más bien la falta de ella, ha sido una preocupación apremiante para las economías de todo el mundo. Una parte importante de la población mundial sigue sin estar bancarizada, lo que significa que no tiene acceso a los servicios financieros básicos, como las cuentas de ahorro, el crédito o incluso la capacidad de realizar transacciones digitales. Esto no solo obstaculiza el progreso individual, sino que también plantea desafíos para el desarrollo económico en general.
El escenario mundial no bancarizado
Según datos recientes, aproximadamente 1.700 millones de adultos en todo el mundo no tienen una cuenta en una institución financiera o a través de un proveedor de dinero móvil. Esta cifra es asombrosa, teniendo en cuenta los avances en la tecnología y el impulso mundial hacia la digitalización.
Hay varias razones para ello:
Falta de acceso: Muchas personas, especialmente en las zonas rurales, no tienen fácil acceso a infraestructuras bancarias físicas, como cajeros automáticos o sucursales bancarias.
Bajos ingresos: Una parte importante de la población no bancarizada se encuentra en la categoría de bajos ingresos, lo que les dificulta mantener los requisitos de saldo mínimo o pagar las comisiones bancarias.
Falta de documentación necesaria: La apertura de una cuenta bancaria a menudo requiere múltiples formas de identificación, comprobantes de ingresos y otros documentos que muchas personas tal vez no tengan.
Desconfianza en las instituciones financieras: Las crisis financieras y los escándalos del pasado han provocado una desconfianza general en las instituciones bancarias de varias regiones.
Normas culturales y sociales: En muchas sociedades, especialmente en partes de Asia y África, el efectivo sigue siendo el modo preferido de transacción. También se depende de los sistemas informales de préstamos y préstamos dentro de las comunidades.
La perspectiva de LATAM
Cuando nos centramos en la región de América Latina (LATAM), la situación refleja el escenario global, pero con sus desafíos únicos. LATAM, con sus economías diversas, tiene una importante población no bancarizada. Los factores que contribuyen a esto incluyen:
Inestabilidad económica: Varios países de América Latina se han enfrentado a crisis económicas, lo que ha provocado inflación, pérdida de empleos y una desconfianza general en el sistema bancario.
Altas tasas de criminalidad: En ciertas áreas, las personas evitan usar los servicios bancarios por temor al robo o la extorsión.
Economías informales: Una gran parte de la fuerza laboral de LATAM está empleada en el sector informal, que opera principalmente en efectivo y no siempre proporciona la documentación necesaria para la banca.
Sin embargo, LATAM también presenta una enorme oportunidad para la inclusión financiera digital. Con una población joven y conocedora de la tecnología y una creciente penetración de Internet, la región está lista para una revolución de la tecnología financiera. Varias empresas emergentes e iniciativas ya están trabajando en este sentido, con el objetivo de poner los servicios financieros al alcance de las personas que no tienen acceso a servicios bancarios.
La solución de la NAKA para los no bancarizados
NAKA es un ecosistema inspirado en la visión de Satoshi Nakamoto y diseñado para empoderar a la población no bancarizada que depende principalmente del efectivo. Con una cuenta NAKA, estas personas pueden acceder a servicios financieros y sociales esenciales, como salarios digitales, cuentas de ahorro, préstamos, pensiones y otros servicios que muchos consideran estándar en todo el mundo.
Las personas pueden abrir una cuenta NAKA a través de la NAKA dApp, donde pueden administrar sus fondos, acceder a los servicios financieros y conectar su billetera criptográfica sin custodia con la tarjeta física. NAKA está disponible para todos los que quieran ser propietarios totales de sus fondos.
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